En el último año, la población venezolana en Colombia se redujo en 1,1%. Es decir, que empieza a estabilizarse por primera vez desde que inició la dinámica de movilidad desde Venezuela.
Incluso, desde que inició la crisis en 2015, es la primera vez que la cifra comienza a contraerse; sin embargo, esa contracción es pequeña.
¿Cuál es la lógica de esa disminución? Primero, Colombia ya no es atractiva para la migración venezolana. Particularmente, hoy la mayoría de venezolanos van hacia los Estados Unidos, lo que significa un cambio de flujo migratorio, pero eso no significa que los venezolanos están regresando a su país.
Todo lo contrario, estamos viendo que, ante el fracaso del proceso de integración en territorio colombiano, toman la ruta hacia los Estados Unidos, la mayoría de ello por el Darién.
Esta población prefiere arriesgar su vida pasando por esta área difícil que continuar en territorio colombiano.
Aun así, Colombia sigue siendo el país de mayor recepción migratoria proveniente de Venezuela y hay que seguir trabajando para lograr una integración efectiva.