En el panorama migratorio de Venezuela, Riohacha, la capital del departamento de La Guajira, ha emergido como un punto de llegada para aquellos que buscan nuevas oportunidades y una mejor calidad de vida.
La ciudad ha demostrado una apertura notable hacia la población migrante, especialmente hacia mujeres y niñas, brindándoles apoyo en procesos de empoderamiento femenino y desarrollo de habilidades a través de diversas instituciones y organizaciones.
Un ejemplo destacado es la fundación MULIER (Mujeres lideresas empoderadas y resilientes en Riohacha). La fundación MULIER se ha convertido en un aliado estratégico para ofrecer apoyo a las mujeres migrantes. Su impulso en la creación de emprendimientos ha inspirado a miles de niñas y mujeres venezolanas a cultivar el deseo de generar sus propios ingresos y alcanzar sus metas.
A través de proyectos en áreas como corte y confección, estilismo, gastronomía, bisutería y belleza, esta organización ha brindado oportunidades tangibles para el crecimiento personal y profesional de las mujeres migrantes.
La visibilidad de estas iniciativas es fundamental para impulsar procesos de integración social y económica que beneficien tanto a la población migrante como a las comunidades de acogida.
En un contexto global marcado por la diversidad y la movilidad humana, es vital que las comunidades adopten una postura de solidaridad y colaboración hacia aquellos que buscan un nuevo comienzo en tierras extranjeras.