Las escasas posibilidades de conseguir trabajo al menos para sobrevivir en Colombia y la crecida del río Táchira producto de las fuertes lluvias en la cabecera del afluente, han truncado los sueños de muchos migrantes venezolanos que junto con sus hijos, se les ve regresar caminando hacia sus ciudades de origen. Por la carretera que comunica a San Cristóbal con San Antonio del Táchira es común observar diariamente a migrantes, tanto de ida como de regreso. Descansan por ratos en las orillas de la ruta y duermen donde los agarra la noche, en corredores de viviendas o locales que están al lado de la vía.