La agudización de la crisis económica ha llevado a miles de venezolanos a migrar en condiciones de peligro, sin dinero, ni documentos, ni plan, tan solo con el deseo de escapar de una situación que no les ofrece más que hambre y miseria. Muchos venezolanos pobres han salido a pie por la frontera con Colombia hacia Cúcuta, una región donde grupos irregulares controlan los pasos fronterizos ilegales y el propio Estado convive con la ilegalidad. En los últimos cinco años, junto con el flujo migratorio, las dinámicas de las fronteras venezolanas han cambiado, de allí la necesidad de estudiar a sus nuevos actores y sus problemáticas. Estas realidades se desconocen en Caracas, al igual que las formas de vida de los ciudadanos de los estados de frontera marcadas por esas dinámicas.