En el marco del inicio de las negociaciones entre el Gobierno colombiano y la disidencia de las FARC, conocida como la Segunda Marquetalia, el consejero Otty Patiño expuso la necesidad de un nuevo enfoque para la gestión de la frontera colombo-venezolana.
La propuesta incluye la creación de un «régimen fronterizo» que no solo considere la seguridad y el bienestar de las comunidades locales, sino que también incluya a los actores armados que operan en estas áreas.
La propuesta de Patiño es innovadora al sugerir la participación activa de las comunidades y de los actores armados en el diseño y la implementación de este régimen fronterizo. Esta inclusión busca un enfoque más holístico y realista para abordar los desafíos de seguridad y convivencia en la región.
Según Patiño, «ninguno de los dos países puede hacer una paz aislada», reconociendo que la colaboración binacional es esencial para lograr una estabilidad duradera.