Venezuela ha dejado de aceptar vuelos de migrantes deportados de Estados Unidos y México, lo que aumenta la presión sobre el presidente Biden para que aborde la continua avalancha de nuevas llegadas a Estados Unidos.
Los vuelos desde Estados Unidos a Venezuela cesaron a finales del mes pasado, según informaron funcionarios estadounidenses al Wall Street Journal.
Las cifras de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras muestran que en octubre, noviembre y diciembre el gobierno enviaba de vuelta a entre seis y siete mil personas al mes en vuelos de repatriación. Ese número se redujo drásticamente a 2.727 personas en enero, muestran las estadísticas.
La decisión de Caracas también cierra la puerta a la aplicación de las leyes de migración de México, que acababa de reanudar las deportaciones directas a Venezuela a finales de diciembre.