Los pasos ilegales que conectan a Venezuela con Colombia y Brasil siguen siendo la vía en la que se movilizan decenas de personas que diariamente se arriesgan al transitar por estos caminos. Aunque el decreto de cierre de frontera por la pandemia del Coronavirus sigue vigente, hay quienes siguen utilizando los caminos verdes que conectan a Venezuela con Brasil y Colombia para abastecerse de insumos médicos y alimentos que escasean en el país. Burlando los controles implementados, los llamados trocheros cobran a quienes transiten estos pasos en los que se ha establecido un negocio que limita el cruce solo a quienes paguen los montos establecidos.