Preocupados porque estaban tiendo pérdidas con las cosechas, deficiencia en la cría de animales y bajo rendimiento de los suelos, los productores agropecuarios del Táchira se vieron obligados a reactivar el Laboratorio Bioambiental de la Universidad Nacional Experimental del Táchira (UNET). El laboratorio, que data de hace 40 años, había estuvo cerrado entre 2016 y 2019, debido a la falta de presupuesto para el mantenimiento de los equipos e imposibilidad de adquirir reactivos, lo que les forzó a paralizar sus servicios de análisis. Fue después del año 2019, que los productores agropecuarios pidieron a los especialistas de la UNET que les cobraran por los estudios, para poder determinar qué les estaba causando pérdidas. Esta propuesta permitió al laboratorio volver a arrancar, gracias a que pudieron establecer tarifas a precios solidarios basadas en moneda extranjera, a fin de pagar la mano de obra del personal y adquirir los reactivos necesarios para operar, practicar análisis químicos y físicos a los alimentos para animales, al agua, a los fertilizantes, determinar variaciones en los suelos, entre otros.