El aumento de la xenofobia y la discriminación en algunas comunidades, es un aspecto preocupante. Narrativas que asocian a los migrantes con el aumento de la inseguridad o el desempleo han ganado terreno, avivadas en muchos casos por discursos políticos irresponsables. Esto no solo dificulta la integración, sino que también crea un ambiente de hostilidad que afecta tanto a los migrantes como a las comunidades receptoras.
El desafío aquí no es solo político, sino también cultural. Es necesario fomentar una narrativa de empatía y reconocimiento mutuo que promueva la convivencia pacífica y la cooperación. Para ello, los medios de comunicación y las instituciones educativas tienen un papel crucial en desmitificar estereotipos y sensibilizar a la población sobre las causas y consecuencias de la migración.
La crisis migratoria en Colombia no tiene una solución única ni inmediata. Sin embargo, algunas acciones pueden marcar la diferencia: el fortalecimiento institucional, el fomento de la integración económica, la promoción de políticas regionales y la lucha contra la xenofobia son unas de ellas
La situación de los migrantes en Colombia es un espejo de los retos y oportunidades que enfrentan las sociedades contemporáneas ante los flujos migratorios. Aunque el país ha dado pasos significativos para atender esta crisis, todavía queda mucho por hacer para garantizar una integración efectiva y respetuosa.