El saliente gobierno de Iván Duque deja en términos de política exterior una cartera debilitada. Durante cuatro años las relaciones internacionales de Colombia estuvieron marcadas por desaciertos e improvisación tanto en los organismos multilaterales como en la relación con los Estados Unidos, pero principalmente en lo que respecta a Venezuela, un vecino complejo con el que compartimos 2.219 km de frontera y que otrora fue uno de nuestros principales socios comerciales. Las relaciones entre Colombia y Venezuela han estado en crisis desde 2015. Estos errores han impactado negativamente las lógicas sociales de pueblos hermanos, afectaron el comercio binacional e incrementaron la inseguridad, principalmente en la frontera epicentro de la actividad de actores ilegales como el ELN, los grupos al margen de la ley y la delincuencia común. En este artículo, la autora Angélica Rodríguez, profesora/ Investigadora de la Universidad del Norte y Coordinadora Académica de la Maestría en Relaciones Internacionales – Universidad del Norte, presenta un decálogo de sugerencias (sin que impliquen un orden jerárquico) a tener en cuenta en el proceso de restablecimiento de relaciones con Venezuela, que parten de la propuesta central de entender la frontera como fuente de integración y no de conflicto, lo que requiere un gran esfuerzo por reconstruir la confianza de los diferentes actores a ambos lados de la misma, así como entender las particularidades que diferencian la dinámica de la frontera en la zona Norte, Centro y Sur.