Los pasos informales fronterizos entre Colombia y Venezuela siguen siendo la peor opción para ir o venir de un país a otro y aunque las autoridades de las dos naciones repitan una y otra vez que lo mejor es pasar por los puentes internacionales, las personas siguen usando las trochas, sin importar el riesgo que por allí se corra.
Así como muchas personas que usan esos pasos han podido llegar a sus destinos, otros han terminado siendo víctimas de las ‘vacunas’, secuestros, asesinatos y hasta desapariciones.
Día a día en redes sociales, varias familias recuerdan que tienen a sus seres queridos desaparecidos, por eso claman que si alguien los ha visto, que por favor los contacten, pues la zozobra, la incertidumbre y el miedo de no saber qué pasó con ellos, no los deja vivir tranquilos.
Entre los pasos informales que hay por Cúcuta y Villa del Rosario son cientos de personas que han desaparecido, sin dejar la más mínima huella.
Eliécer Antonio Hernández y Dixon Alejandro Curiel, son dos de esas cientos de personas que sus familias hoy lloran y claman para que alguien les informe qué pasó con ellos. Desde hace años, nadie volvió a saber sobre el paradero de estos hombres.