Sobre la reactivación de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Venezuela había grandes expectativas consulares. El principal objetivo de estas sedes diplomáticas de los países es atender, por un lado, a los míticos 6 millones de colombianos que viven en Venezuela y, del otro, a los cerca de 3 millones de venezolanos que han llegado al país como migrantes. Sin embargo, existen trabas logísticas y de presupuesto que han demorado esta tarea. Con la decisión de Nicolás Maduro de darles 24 horas a los diplomáticos colombianos para salir de Venezuela en el 2019, los documentos y archivos de todas esas sedes consulares terminaron guardadas en el consulado colombiano de Caracas, un edificio que se consumió por el desorden de papeles, archiveros y los años en desuso. En marzo, el canciller Álvaro Leyva le dijo a La Silla que la reactivación consular costaría cerca de 20 mil millones de pesos. Además de la plata, hay dificultades logísticas. Por ahora, Colombia ha abierto los consulados en Maracaibo, San Antonio, San Cristóbal y Caracas. Según una fuente de Cancillería, los siguientes serán aquellos en la frontera, los de El Amparo, Puerto Ayacucho y San Fernando de Atabapo. Venezuela anunció la apertura de cinco consulados en territorio colombiano, en Bogotá, Medellín, Bucaramanga, Cali, Barranquilla y Cúcuta. Pero solo ha abierto el de la capital de Norte de Santander.