Un campamento de migrantes venezolanos fue agredido por manifestantes chilenos durante una protesta convocada el domingo 30 de enero en Iquique, Chile. Los ciudadanos atribuyen el aumento de la delincuencia a la llegada masiva de extranjeros a la región. “No queremos más inmigrantes ilegales en nuestra ciudad”, decía uno de los lienzos que encabezaba la marcha en la que participaron unas 4.000 personas, según informó la Policía. Los grupos de manifestantes portaban banderas chilenas y negras mientras avanzaban por calles de Iquique, en la región de Tarapacá, a unos 1.800 kilómetros al norte de Santiago, de acuerdo con las noticias de la televisión local. De acuerdo con medios locales, algunos manifestantes atacaron un campamento de migrantes, quienes no estaban en el lugar; mientras que otros agredieron a varios extranjeros, entre ellos varios venezolanos. Muchos de los refugiados fueron golpeados y sus pertenencias destruidas.