Las autoridades capturaron a alias Yiya, una proxeneta y esclavista sexual de menores de edad en Cúcuta y municipios cercanos a la frontera con Venezuela. La mujer reclutaba a las jóvenes, tanto colombianas como venezolana, a través de redes sociales.  Yiya les pedía fotos íntimas a las menores, de 12 a 16 años, para así empezar el proceso de reclutamiento. Una vez lograba encontrarse con ellas, las retenía y les quitaba sus documentos. La jefa de la organización les ofrecía convertirlas en modelos. Pero una vez captadas, eran conminadas a tomarse fotos para ofrecerlas a través de un catálogo en redes sociales. Inclusive, vendían la virginidad de estas menores. Estas muchachas eran drogadas para ser utilizadas como objetos sexuales. Luego de una investigación de dos años y el traslado de personal especializado de la Policía desde Bogotá, llegaron a un establecimiento donde se vendía licor, fachada del verdadero negocio.

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