El macabro hecho dejó a un venezolano muerto, otro herido y a la población que vive en la frontera entre Villa del Rosario y San Antonio (Táchira-Venezuela), bajo el temor de convertirse en víctima inocente de los violentos. En el lapso de una semana se han registrado dos ataques armados. La semana pasada, un grupo de desconocidos armados protagonizó una balacera que obligó a los habitantes a refugiarse en sus casas.