Normalmente en la venta de productos de contrabando de Colombia hacia Venezuela se usaba esta práctica, que venía de quienes traían esos productos y cobraban su venta en pesos, pero hoy día el cobro en efectivo colombiano no sólo se presenta en el caso de los carretilleros, sino en la fijación de los cánones de arrendamiento de locales y apartamentos ubicados del lado venezolano, así como la venta de inmuebles o vehículos; en el cobro de honorarios profesionales, en el pago de servicios de taxis, entre otras transacciones.
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