El dinamismo en San Antonio del Táchira, en el municipio fronterizo Bolívar, solo se ve a lo largo de la avenida Venezuela y en los 150 metros que tiene en el puente internacional Simón Bolívar.
De resto, la soledad es lo que reina en la Villa Heroica. Para los habitantes de frontera y visitantes, la ciudad se ha convertido en un punto de paso.
De acuerdo con cifras que maneja la Cámara de Comercio de San Antonio, la paralización del comercio ronda el 90%, razón por la que muy pocos voltean su mirada hacia el casco central de la zona. Las santamarías cerradas no son atractivas.
La entrada a San Antonio es un ejemplo. Allí estaba la victrina comercial más llamativa para los visitantes: ¡La marroquinería! Hoy desapareció en casi 100% a causa de más de siete años de cierre de los puentes.
La Cátedra de Frontera ha aglutinado a académicos que, durante los encuentros que vienen realizando en Cúcuta, San Cristóbal, San Antonio y Ureña, han elevado propuestas que buscan rescatar la frontera que, otrora, llevaba el título de la más viva de Latinoamérica.
Al final, esas propuestas se las harán llegar a las autoridades nacionales que toman las decisiones.