Un año se cumplió de la reapertura del tránsito vehicular entre Colombia y Venezuela a través del puente Unión en Puerto Santander, el último de los cuatro pasos binacionales en habilitarse por completo, luego del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países en 2022; sin embargo, la expectativa de reactivación económica que había alrededor de esta medida no ha sido tal.
Puerto Santander, que se sostiene principalmente del intercambio comercial con el vecino país, todavía no percibe cambios en su balanza y mucho menos goza de las ventajas que debería representar el hecho de ser la puerta de salida más próxima al mar para las diferentes mercancías colombianas.
La principal razón tiene que ver con la poca capacidad del puente Unión, una infraestructura con 100 años de antigüedad y construido a un carril, que se quedó detenido en el tiempo y no satisface las necesidades de la actual dinámica comercial.
Preocupada por esa situación, Teresa Gómez, alcaldesa de Puerto Santander, estuvo en la ciudad de Bogotá haciendo las gestiones pertinentes para tratar de sacar adelante la iniciativa sobre la construcción de un nuevo puente, que se ajuste a las exigencias del comercio internacional.
Explicó que dentro del marco de esa agenda de reactivación están contempladas mesas técnicas de trabajo con autoridades de Venezuela, una de ellas con el gobernador del Táchira, Freddy Bernal, para definir algunos términos de orden binacional.