La migración venezolana es un fenómeno que se fue expandiendo por los países del área, muchos de ellos sin la preparación necesaria para acoger a una población que, según la Plataforma R4V, ya supera los 7,2 millones de personas. Betilde Muñoz-Pogossian, directora del Departamento de Inclusión Social de la Organización de los Estados Americanos (OEA), explicó en una entrevista publicada en la cuenta @migramonitor, que los gobiernos regionales deben tomar un papel protagónico en la implementación de políticas públicas para atender la migración, lo que debe llevar a un proceso positivo de regularización de la misma. Muñoz-Pogossian argumentó que en la medida que los gobiernos puedan darle regularidad a la migración venezolana, el provecho que obtendrían de la misma será mayor. “Los gobiernos locales también pueden conectar a estas poblaciones nuevas con las de acogida dándoles protección social, acceso a la salud, programas de empleos e inclusión de la niñez en las escuelas, por ejemplo. Todo esto sin olvidar a la población local para no causar resentimientos”.