El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha declarado este martes que las autoridades de Venezuela están «desactivando campamentos» del Ejército de Liberación Nacional (ELN) en su territorio, en medio de los enfrentamientos entre la guerrilla y el Frente 33 de las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la región del Catatumbo, en el noreste del país, donde la ola de violencia de las últimas semanas se ha cobrado 52 vidas y ha obligado a huir a unas 52.000 personas.
Petro ha asegurado que las tropas venezolanas están llevando a cabo una «operación martillo» para sacar de su territorio «los campamentos del ELN». Por lo que, una vez que intenten entrar a Colombia, «el Ejército debe responder, porque es el momento».
Estas palabras se producen después de que el presidente colombiano confirmase la semana pasada una operación militar conjunta de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) para luchar contra el ELN en la frontera con Venezuela.
Esta región ubicada en el noreste de Colombia ha sido tradicionalmente un bastión de la guerrilla del ELN, que ha visto peligrar su control ante el aumento cada vez mayor del Frente 33 de las disidencias de las FARC.
Se trata de un área que incluye una quincena de municipios colombianos y hace frontera con Venezuela.
La escalada del conflicto motivó a Petro a cancelar las negociaciones de paz con el ELN.