La inseguridad alimentaria en Colombia sigue siendo un desafío significativo, afectando particularmente a los hogares liderados por migrantes venezolanos, según un informe reciente de la FAO y el Gobierno colombiano.
Aunque ha habido una ligera reducción en la inseguridad alimentaria grave o moderada en 2023, más de un cuarto de los hogares en Colombia, sigue enfrentando dificultades para acceder a una alimentación adecuada.
El informe, presentado por la directora del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), Piedad Urdinola, revela que la inseguridad alimentaria grave o moderada en Colombia ha disminuido del 28,1 % en 2022 al 26,1 % en 2023.
No obstante, la inseguridad alimentaria grave apenas ha variado, afectando al 4,8 % de los hogares. Esta leve mejoría no es suficiente para cambiar significativamente el panorama general, que sigue siendo preocupante.
Los datos revelan que la inseguridad alimentaria es más prevalente en hogares vulnerables, especialmente aquellos liderados por migrantes venezolanos. En estos hogares, la prevalencia de inseguridad alimentaria grave o severa alcanza el 41,6 %, en comparación con el 25,4 % en hogares sin migrantes.
La inseguridad alimentaria en Colombia sigue siendo un problema grave que afecta de manera desproporcionada a los hogares vulnerables, es crucial que se mantenga la voluntad política y se implementen medidas efectivas para asegurar una alimentación adecuada para todos los colombianos.