El analista en temas de frontera, William Gómez, ve con suma preocupación que mientras en Cúcuta, en el departamento colombiano de Norte de Santander, extendieron a 30 años la operatividad de la Zona Franca, el Táchira, y en especial el eje San Antonio – Ureña, sigue siendo una zona de nada.
Gómez especificó que del lado colombiano se sigue apostando al desarrollo y crecimiento económico de su frontera, con decisiones emanadas del gobierno central y con inversiones de las autoridades departamentales, que deberían ser observadas y emuladas por parte del gobierno venezolano.
Gómez indicó que con la existencia de la Zona Franca en Cúcuta, se dinamiza el sector empresarial, productivo y es fundamental en la reactivación del comercio con Venezuela, así como en la internacionalización de esa ciudad.
En este sentido, William Gómez invitó a las autoridades nacionales a que así como están creando zonas económicas especiales en otros estados y enviando a gobernadores y alcaldes a otros países, en especial China, para consolidar acuerdos de carácter comercial, educativo y científico, se haga lo mismo con el Táchira, ya que «tenemos la condición ideal como puerto terrestre para desarrollar una zona especial y productiva».