El goteo de migrantes que llega es constante, familias enteras, niños en brazos, a hombros, grupos de jóvenes. Todos repiten las mismas experiencias en la selva, con el descenso de acantilados, la sed sin poder beber el agua del río contaminada por excrementos y cadáveres, y los continuos atracos. Pero a pesar de las dificultades, la avalancha de migrantes que cruzan la selva del Darién en su ruta hacia Estados Unidos continúa, no cesa, y va incluso en aumento. Solo en lo que va de año atravesaron el Tapón del Darién más de 70.000 personas, según datos oficiales del Servicio Nacional de Migración de Panamá, una cifra cinco veces superior a la registradas en 2022 durante el mismo periodo. Este aumento desproporcionado sorprende porque fue precisamente el año pasado cuando se registró un récord histórico de migrantes en su ruta a través del Darién, con más de 248.000 personas, que a su vez había supuesto casi el doble de los identificados en 2021.