Este miércoles, tras un trabajoso trámite legislativo, el Congreso de la República aprobó en último debate el proyecto de ley para proteger a los huérfanos por feminicidios, a la que solo le faltan la conciliación y la firma presidencial para convertirse en ley.
En Colombia no hay cifras oficiales de feminicidios, y mucho menos de quienes quedan huérfanos por esos crímenes. Pero, en paralelo a la violencia machista, medra esa otra crisis humana. De acuerdo con el Observatorio de Feminicidios, que hace su recuento de casos a partir de nota de prensa, en la última década al menos 23.000 niñas y niños han perdido a sus madres por esa violencia. Usualmente, quedan en total desamparo, sin sus principales cuidadoras y bajo la protección de familiares que no estaban preparados para ello, o de las instituciones del Estado. La mayoría, además, fue víctima o testigo de la violencia que suele anteceder los asesinatos.
El articulado estipula que estos niños, niñas y adolescentes tendrán un acceso preferencial a programas de educación y a atención psicosocial y del manejo del duelo, adicional a una asistencia económica periódica. La edad máxima para acceder a estos beneficios es de 25 años. El diseño, la implementación y el seguimiento quedarán en manos del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), los ministerios del Interior, Justicia e Igualdad, y de la Fiscalía, que deberán presentar un informe de los avances al inicio de cada legislatura.