El desolador panorama de la zona rural de Cúcuta sigue siendo el mismo que el del año pasado. La violencia y el temor se volvieron a pasear por las trochas que unen a Cúcuta con Venezuela, esta vez, en el corregimiento Guaramito. En medio de la carretera polvorienta fueron hallados los cadáveres de dos hombres, que los atacaron con múltiples disparos. Este doble crimen enciende las alarmas de las autoridades, por la posible oleada violenta que se puede desencadenar en los inicios de este año, marcando una línea mortal a lo largo y ancho de la zona de frontera, donde constantemente ocurren homicidios. El negocio ilegal del narcotráfico, la presencia de bandas criminales y del Ejército de Liberación Nacional (Eln), sustentando sus finanzas a través de la extorsión y el contrabando, generan una combinación violenta y peligrosa para los habitantes del área rural de Cúcuta, así como para los migrantes provenientes de Venezuela que frecuentan estas trochas fronterizas.