“¡Chamo , venimos todos por comida, allá no hay nada!”. La expresión es la respuesta que dan casi todos los que van llegando a La Parada después de haber recorrido dos kilómetros de trocha y de cruzar los cuatro metros de cauce en que está reducido el río Táchira. Ana Luisa Caballero dice, “Esto lo hago por mis hijos, por fortuna no hubo problemas con la guardia para venirnos por la trocha, pero sí tuve que pagarle a los colectivos 2.000 pesos de cuota para venir sin problema”, relata la mujer. Esa misma cuota la debieron pagar los más de 20.000 venezolanos que se lanzaron en masa a las trochas para venir por alimentos y medicinas a Colombia.