Con una migración venezolana marcada por cifras que evidencian su presencia masiva en Colombia, superando los 2.8 millones de personas, surge un cuestionamiento sobre la carencia de un plan humanitario de regularización y protección de derechos para este colectivo. Los desafíos y las deficiencias en las políticas gubernamentales plantean un escenario crítico para la integración de los migrantes en la sociedad colombiana. El enfoque del presidente Gustavo Petro en la migración tiende a dirigirse hacia Estados Unidos, desviando la atención de la urgencia de abordar la integración de los venezolanos en Colombia. Esto ha generado una falta de políticas efectivas que aborden las necesidades de esta población, que posee fuertes lazos culturales y la intención de permanecer en el país, según publicó El Espectador en un editorial realizado llamado «La migración venezolana necesita atención». El Estatuto Temporal de Protección para Migrantes Venezolanos (ETPV), una medida importante del Gobierno de Iván Duque, ha mostrado deficiencias significativas. Aunque ha otorgado permisos a más de 2 millones de migrantes, las restricciones para aquellos en procesos administrativos han facilitado abusos y han generado frustración y desinformación, dejando a más de medio millón de migrantes en una situación irregular y de vulnerabilidad extrema. La falta de prioridad gubernamental en la integración y el énfasis en el restablecimiento de relaciones diplomáticas han dejado de lado las necesidades reales de los migrantes, desatendiendo así sus derechos humanos básicos.

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