La Paz Bolivia es el único país en el que he estado ilegal porque es demasiado costoso regularizarse en comparación a todos los demás, declara Kelly Aza, una joven venezolana que lleva viviendo en Santa Cruz dos de sus 27 anos. Las palabras de Kelly son un reflejo ilustrativo del principal escollo al que se enfrentan miles de los venezolanos que viven dentro de nuestras fronteras. Alrededor de 10.000 venezolanos, entre refugiados y migrantes, residen en Bolivia. En su mayoría ingresaron a Bolivia con visa de turista, la cual les permite permanecer en el país por un tiempo de 30 días, prorrogable hasta 90. Pasado ese periodo tienen que presentar una solicitud de permanencia. De lo contrario, Migración los multa con 28 bolivianos por cada jornada de irregularidad. Para acceder a un permiso de permanencia temporal por trabajo de un ano tenia que sacarme, entre otros, el certificado medico emitido por el INSO, los certificados policiales y pagar mas de 300 dólares relata Kelly. Dentro de esa categoría, el trámite migratorio al que aspiraba Kelly es el mas barato, pues también están las permanencias temporales por trabajo de dos y tres anos -tiempo máximo de autorización-, que tienen un costo aproximado de 2.960 y 3.660 bolivianos, respectivamente.