Poco a poco, las luces iluminaron la sala de cine del Museo de Arte Moderno de Medellín. Los músicos se preparaban en silencio. Luego de unos minutos y de acatar las normas de distanciamiento social, se miraron entre sí y empezaron a tocar sus instrumentos. Quien dio la señal fueel venezolano Jaime Martínez, maestro en oboe. El vals titulado “A un amigo”, de Henry Martínez, abría el concierto virtual“Venezolano Rima Con Hermano”. No era un concierto habitual. Esta vez, la Orquesta Filarmónica de Medellín (Filarmed) invitaba a un viaje sonoro por Venezuela que empezó con merengues como El sabrosito, de Aquiles Báez; o Acidito, de Adelis Fréitez, hasta valses como Viajera del Río, de Manuel Yánez o Danzaperoco, una danza juliana de Edward Ramírez. Filarmed buscaba mostrar la enorme tradición musical venezolana. Aunque en escena había otros tres músicos venezolanos —Eddie Cordero, Gabriela Rosas y Fernando Martínez—, el más emocionado por estas iniciativas era Jaime, quien pudo enseñar dos de sus propias composiciones: Caruao, un pasaje marino, y Gozando un tuyero, una obra estrenada en el concierto.