La llegada permanente de venezolanos en busca de alimento a la Casa de Paso Divina Providencia, en La Parada (Villa del Rosario) no solo es la oportunidad para que se calme el vacío de cientos de estómagos; también es motivo para que voluntarios del país vecino den de comer a los hambrientos y formen parte esencial de este festín de solidaridad.