Las recientes lluvias torrenciales en el estado de Rio Grande do Sul, Brasil, han desencadenado una de las peores inundaciones en la historia reciente, afectando a más de 41.000 refugiados. Entre los más afectados se encuentran comunidades vulnerables de migrantes, incluyendo a un gran número de venezolanos y haitianos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) emitió una advertencia sobre la grave situación que enfrentan los refugiados. William Spindler, portavoz de Acnur, destacó en una rueda de prensa en Ginebra que “muchos venezolanos y haitianos viven en zonas afectadas a las cuales sólo se puede llegar en barco”, lo que complica significativamente las labores de rescate y asistencia.
Las autoridades, en su balance a los medios, informaron que más de 21.000 venezolanos que migraron desde el estado de Roraima se encuentran entre los afectados. La magnitud del desastre es tal que más del 85 % del territorio de Rio Grande do Sul ha sido impactado, obligando a aproximadamente 68.000 personas a buscar refugio en albergues temporales y forzando a más de 327.000 a abandonar sus hogares.