Publicado el 5 de agosto de 2021
En las entrañas de Apure, muy cerca de la frontera fluvial entre Venezuela y Colombia, dos mujeres decidieron tomar un megáfono para enseñar a los niños, con sus voces dulces y aguerridas, cómo prevenir el acoso y abuso sexual. Comenzaron en plena pandemia a dictar talleres en los que ilustran, con actividades lúdicas y fábulas, las herramientas para defenderse ante los riesgos a los que se exponen en las zonas rurales fronterizas. Isaura Ramos y su hija utilizan radioclips para explicarles a los niños que no son culpables y que no están solos. Realiza juegos tradicionales de la zona para que ellos sepan a cuáles instituciones acudir en caso de que sufran de acoso o abuso sexual. Cada cierto tiempo la misma pregunta sale al aire: “¿Si alguien nos quiere tocar las partes íntimas qué debemos hacer?”. Y la respuesta a varias voces llena el lugar: “decir ‘no’, salir corriendo y contarle a un adulto de confianza”. Con los conocimientos adquiridos durante el proyecto Feminizando la defensa de los Derechos Humanos, una iniciativa de Uniandes A.C. y su experiencia de 15 años como periodista, se propuso iniciar esta acción social.