El puente de Aguas Verdes – que conecta el territorio de Ecuador y Perú – se ha convertido en una vía de tránsito de cientos de migrantes venezolanos que buscan llegar a sus destinos para trabajar y producir un sustento para sus familias. La tensión se respira en el ambiente. Son cientos, en ocasiones miles, las personas que concurren en este punto a diario. La mayoría son venezolanos que, o bien acaban de ingresar a Perú, o hacen su última parada antes de abandonar el país andino rumbo a un destino para muchos desconocido.