En la reciente Cumbre de Líderes de la Alianza para la Prosperidad Económica en las Américas, Estados Unidos ha anunciado un significativo compromiso de ayuda humanitaria destinado a las poblaciones más vulnerables del hemisferio occidental. Este anuncio, encabezado por el secretario de Estado, Antony Blinken, refleja un esfuerzo concreto para apoyar a las personas desplazadas en América Latina y el Caribe, así como a aquellos afectados por la crisis política y económica en Venezuela. El compromiso financiero asciende a un total de 485 millones de dólares, de los cuales 174 millones se enfocarán específicamente en atender las necesidades de los migrantes venezolanos, una población que ha enfrentado desafíos considerables en busca de una vida mejor en otros países de la región. La distribución de estos fondos se llevará a cabo a través de dos entidades gubernamentales. La Oficina de Población, Refugiados y Migración del Departamento de Estado será la encargada de gestionar 310 millones de dólares, mientras que los 174 millones de dólares destinados a la población venezolana serán administrados por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).