A Lorena le gusta leer mucho. Como puede, su mamá Dayana Acevedo, día a día, saca unas dos horas de su tiempo para dedicarle a la lectura. La niña practica con su hermanita Lucía, de 7 años de edad. “Yo quiero volver a estudiar, pero mientras tanto practico con mi hermana”, dice Lorena que cursaba el grado sexto cuando tuvo que interrumpir sus estudios. Ambas se cuentan entre las niñas y niños migrantes venezolanos que no han podido estudiar desde que llegaron a Colombia. Según un estudio de la Fundación Nuevos Horizontes de Juventud (Funhojuv) en La Parada hay cerca de mil niños, niñas y adolescentes extranjeros que no han podido ingresar al sistema educativo colombiano.