Durante cuatro meses, la Fundación Juntos Se Puede, respaldada por la Hanns Seidel Stiftung, ha llevado a cabo el proyecto “Una Sola Frontera”, centrado en la creación de un espacio de diálogo social entre diversos actores de Cúcuta, Colombia, y el Estado Táchira, Venezuela.
Estos participantes, que incluyeron jóvenes, organizaciones sociales, medios de comunicación, políticos, empresarios y académicos, se unieron con el objetivo de forjar una visión compartida de la frontera a través de la participación ciudadana y la representación de diversos roles sociales.
Durante el proceso se realizaron más de 20 mesas de diálogo donde se expusieron los desafíos de la realidad fronteriza evidenciados en la actualidad, entre ellos se destacan, la falta de control migratorio e inseguridad en el paso fronterizo, el sistema educativo y la Xenofobia, los cuales van directamente relacionados con la economía y el sector empresarial, donde el mal funcionamiento de uno afecta negativamente a todos, teniendo en cuenta que, todavía no hay estrategias de control establecidas que respondan a todas las necesidades de ambas fronteras.
“Si los líderes de ambas fronteras que conocen la dinámica de cada territorio unen fuerzas en pro de un bien común para que las decisiones no sean tomadas solo desde Bogotá o desde Caracas sino que tengan en cuenta la realidad a profundidad de los fenómenos que aborda la frontera de Colombia y Venezuela”, indicó Ana Karina García, Directora de la fundación Juntos se Puede.