En medio de la complejidad y los desafíos de la migración, un grupo de mujeres en Bucaramanga, encontró en el liderazgo comunitario una vía para enfrentar las adversidades y transformar vidas.
Dunia López y Anyul Botello, son vecinas y viven en la vereda Los Angelinos, en el asentamiento La Gracia de Dios, sector El Plan, en el norte de Bucaramanga. Aunque ahora son inseparables, tres años atrás no se conocían y la idea de ser lideresas no estaba contemplada en sus planes.
El impacto del primer año de pandemia por el Covid – 19 incrementó la cifra de desempleo del 9,6 % a 14,6 % en 2020. Por la situación, ambas mujeres se desplazaron al asentamiento ‘La Gracia de Dios’.
En el proceso de consolidar su trabajo en comunidad, las mujeres encontraron una oportunidad de formación con el Proyecto Integra, de la Usaid. La iniciativa les ayudó a sentar las bases de su trabajo y fortalecer el equipo.
Luego de tres años de liderazgo recalcan que la empleabilidad es una de las necesidades más grandes, bien sea por la ausencia del empleo o por la poca remuneración que reciben. Por lo tanto, desde la corporación han trabajado mano a mano con cooperación internacional para impulsar ideas de negocio dentro del asentamiento.