Entre abrazos, llantos de alegría y frustración, cientos de migrantes venezolanos regresaron a su país, luego de un intento fallido por llegar a Estados Unidos, que los deportaría si cruzaban la frontera sin papeles para pedir asilo. Dos aviones provenientes de Panamá, con unos 70 migrantes, llegaron al aeropuerto Simón Bolívar de Maiquetía (La Guaira, norte), que sirve a Caracas, constató la AFP. Otro, con unos 300, llegó un poco antes de la medianoche procedente de México. La víspera regresó otro centenar. Ahora toca “trabajar y echar p’alante. Uno se cae y se levanta”, afirmó resignado Yorvis Carrasquel, quien, como muchos de estos migrantes, cruzó la peligrosa selva del Darién, que separa a Colombia y Panamá, con el objetivo de llegar hasta Estados Unidos y pedir asilo. El 13 de octubre, después de que en un año más de 150.000 venezolanos llegaran a Estados Unidos por la frontera terrestre, Washington impuso un nuevo protocolo para poner freno a esta ola migratoria, que se convirtió además en una controversia política de cara a las elecciones de mitad de mandato.