El número de víctimas de desplazamiento forzado volvió a batir un triste récord en 2018 al alcanzar los 70,8 millones entre refugiados, solicitantes de asilo y desplazados internos, un fenómeno en el que la crisis de Venezuela ha tenido una notable influencia a pesar de no estar reflejada en toda su magnitud. Esto se debe a que de más de cuatro millones de venezolanos que han abandonado su país desde 2015, menos de medio millón han solicitado la condición de refugiados, cerca de la mitad de ellos en Perú.