Un caso de esclavitud moderna sacude a Australia tras el arresto de un ciudadano colombiano acusado de someter a migrantes venezolanos a trabajos forzados y condiciones inhumanas. Según la Policía Federal Australiana (AFP), las víctimas fueron despojadas de su libertad y obligadas a vivir bajo un régimen de control extremo, evidenciando la gravedad de un problema que persiste en pleno siglo XXI.
El acusado, un hombre de 38 años residente en el suburbio de Kilburn, facilitó la llegada de jóvenes venezolanos a Australia en 2015. Sin embargo, lo que parecía ser una oportunidad para mejorar sus vidas rápidamente se convirtió en una pesadilla.
El colombiano presuntamente confiscó los pasaportes de las víctimas y las sometió a condiciones de servidumbre, privándolas de su libertad y obligándolas a trabajar bajo amenazas constantes.
Los informes policiales revelan que el acusado imponía deudas exorbitantes a los migrantes, utilizándolas como excusa para controlar todos los aspectos de sus vidas. Además de vigilarlos constantemente, las víctimas eran encerradas en habitaciones pequeñas o incluso armarios, sufriendo aislamiento social y físico durante días.
La detective superintendente de la AFP, Melinda Adam, calificó estas prácticas como un grave atentado contra la dignidad y los derechos fundamentales de las personas. “La explotación bajo servidumbre no solo destruye la libertad personal, sino que causa daños psicológicos irreparables”, subrayó.