Chile no quiere agravar los problemas con Bolivia y Venezuela por la migración irregular, sino buscar una solución a este “difícil” fenómeno, afirmó el jueves el presidente Gabriel Boric. “La relación (con Venezuela) evidentemente hace tiempo no es fácil, pero tenemos la mejor voluntad para trabajar con todas las herramientas que otorga el derecho internacional para abordar el fenómeno que ha sido muy difícil de la migración, donde Venezuela también tiene un rol importante que jugar”, dijo el mandatario. Boric realizó estas declaraciones en la localidad pesquera de Pisagua, en el marco de la visita que realiza desde el miércoles a la región de Tarapacá, en el norte de Chile, por donde ingresa una gran cantidad de migrantes, especialmente venezolanos. Hace tres semanas, Chile desplegó militares en su frontera norte en un intento por controlar el flujo de migrantes, cuya mayoría llega de Bolivia. Según Boric, ni Bolivia ni Venezuela están recibiendo a los migrantes que Chile quiere devolver. Sin embargo, “no se trata de que escalemos problemas, sino que busquemos soluciones y ese es el espíritu del gobierno chileno, hay esfuerzos de diálogos”, destacó.