El congelamiento de fondos de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) causó que en Norte de Santander se vieran afectadas fundaciones que brindan ayuda humanitaria a los caminantes venezolanos. En los más de 190 kilómetros que comprende la ruta del caminante, que va desde Villa del Rosario hasta Bucaramanga, solo ocho organizaciones atienden a aproximadamente 3.000 migrantes que se movilizan cada mes por este trayecto.
De acuerdo con un voluntario que labora en una de estas organizaciones estás son las fundaciones que aún prestan servicios: fundación Vanessa Tejiendo Sueños (Pamplona), La Don Juana de Samaritan’s purse (Chinacota), Underground (La Laguna), Fundación Colombo-venezolana Nueva ilusión (Los Patios), Fundación Hermanos Caminantes (Pamplonita), Albergue Refugio Douglas Pabón (Pamplona), La Cruz Roja (Berlín) y la fundación Martha Duque (Pamplona).
En retrospectiva, según Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (Gifmm) para el año 2020 había 26 centros de ayuda a lo largo de esta ruta. En estos momentos, el 70% de estas organizaciones cerraron sus puertas.
Según Vanessa Yurley Peláez, vocera de la fundación Vanessa Tejiendo Sueños, estos cierres se deben a que algunas fundaciones “trabajan solo por proyectos” como es el caso de World Visión o ZOA. También declaró que de los albergues que han abierto en los últimos siete años, quedan solo tres en funcionamiento.