A un mes del recrudecimiento del conflicto armado en la región del Catatumbo, los campesinos desplazados continúan sin condiciones seguras para regresar a sus parcelas. La disputa entre el Eln y las disidencias de las Farc ha generado una crisis humanitaria sin precedentes, agravada por la ocupación de viviendas, el saqueo de bienes y la instalación de artefactos explosivos en los caminos rurales.
Los personeros de la región, agrupados en la Asociación de Personeros del Catatumbo, exigieron la creación de un corredor humanitario para garantizar el acceso a alimentos, medicinas y la presencia de organismos internacionales de derechos humanos.
Nelson Arévalo Carrascal, representante de la Red Departamental Defensora de los Derechos Humanos, hizo un llamado a los actores armados para que respeten a la población civil. “Exigimos que cesen las hostilidades contra los campesinos. Ellos no son parte del conflicto y necesitan regresar a sus fincas para retomar sus vidas y contribuir al desarrollo de la región”, manifestó.
Jorge Armando Bohórquez Lanzziano, presidente de la Asociación de Personeros, advirtió que la situación sigue siendo altamente riesgosa. “No existen las garantías necesarias para el retorno seguro de los desplazados. En municipios como Teorama, persisten los enfrentamientos entre la fuerza pública y los grupos armados, mientras que en Tibú los asesinatos selectivos ocurren a plena luz del día”, afirmó.