Los niños y adolescentes del eje San Antonio del Táchira – Ureña que están inmersos en el sistema escolar de Colombia, arrancaron clases desde el pasado 22 de enero, sin el transporte que les facilitaba el traslado desde los tramos binacionales hasta la institución, y viceversa.
Carlos Lozano, delegado de la fundación Dignidad Sin Fronteras, explicó que nuevamente están canalizando la posibilidad de ofrecerles el servicio de transporte escolar a los niños de frontera, escenario que está algo complicado.
Quizá el gran problema radica en que los recursos para el transporte siempre los ha canalizado el vecino país. La participación del gobierno venezolano es un punto que ayudaría en época de integración y de restablecimiento de relaciones.
Se estima que este año, cerca de 5 mil estudiantes de los municipios Bolívar y Pedro María Ureña sigan acudiendo a las aulas de Vila del Rosario y de Cúcuta.
Lozano detalló que la idea es que los niños, en los horarios requeridos, puedan ser trasladados tanto de ida como de vuelta, y a un precio más económico que el pasaje habitual. «Es una opción viable mientras se logra resolver que el transporte sea subsidiado al cien por ciento», añadió.