La suspensión de estos vehículos hacia San Antonio del Táchira, a raíz del colapso de varios tramos de la Troncal 1, provocó una caída drástica en el número de usuarios que arribaban al puerto terrestre.
El escenario impactó a los trabajadores que hacen vida en las instalaciones. Menos gente significó una caída en las ventas de comida (desayunos, almuerzos), de refrescos, café, chucherías y cualquier otro emprendimiento.
Si bien los trabajadores reconocen que en lo que va de diciembre hubo días con ciertos repuntes, dejaron claro que no tienen comparación con las temporadas en las que los expresos estaban en los andenes de la Villa Heroica, como también se le conoce a la ciudad.
«Dios mediante, 2025 será un año que permitirá el retorno de esas rutas», manifestó uno de los vendedores al recalcar que todo está atado al avance que tenga la recuperación de los tramos afectados en la vía principal que comunica a la frontera con San Cristóbal.
Muchos migrantes internos que hacían vida laboral en el terminal, terminaron sumándose a la ruta del éxodo, siendo la del Darién la más empleada para llegar hasta México y así saltar a Estados Unidos.
Otro punto que los conductores del terminal esperan que sea combatido el próximo año, es la piratería, acompañado de los terminales clandestinos.