Salud, educación y trabajo son los tres ejes que se deben priorizar en la atención e integración de personas refugiadas y migrantes venezolanas en Norte de Santander. Esta es una de las reflexiones que compartió el Monseñor Víctor Ochoa, obispo de la Diócesis de Cúcuta, durante el conversatorio “5 años de la movilidad humana ¿qué hemos hecho y que vamos a hacer?”, impulsado por el Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario y la Fundación Konrad Adenauer. Según Ochoa, la movilidad humana causada por la emergencia humanitaria compleja en Venezuela ha “desnudado” lo mejor de Cúcuta, pero también los hechos y las situaciones “que no han tenido una cobertura real”. El representante de la iglesia católica considera urgente la construcción de un nuevo hospital para la población de la región, que ya supera el millón de personas; sin restar reconocimiento a la atención que ha brindado el hospital Erazmo Meoz a la población venezolana en Cúcuta, desde que inició la fase aguda de la crisis, en agosto del 2015.