Kelly T. Clements, Alta Comisionada Adjunta de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha concluido una visita de dos días a Panamá, centrando su atención en la creciente crisis en la selva del Darién, donde un número récord de 520 mil personas cruzaron a pie entre Panamá y Colombia el año pasado, con 23 mil adicionales en lo que va del año.
Durante su visita al Darién, Clements participó en la inauguración de una sucursal de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) en Metetí, provincia del Darién. Esta iniciativa busca facilitar que quienes cruzan esta región tengan acceso a solicitar asilo, documentación y servicios básicos, en medio de una creciente crisis humanitaria.
Desde la Estación Temporal de Recepción Migratoria (ETRM) de San Vicente, donde ACNUR apoya a refugiados y migrantes sobrevivientes de violencia de género, Clements lanzó un llamado desesperado a la comunidad internacional. “Ante el empeoramiento de la situación en el Darién, se necesita más cooperación y apoyo para ofrecer alternativas seguras a las peligrosas travesías que enfrentan estas personas”, enfatizó.