La explotación sexual a través de redes sociales es una forma de delito que, según algunos estudios y el monitoreo de la prensa nacional y del eje fronterizo, amenaza cada día más a niñas y adolescentes venezolanas. En cuanto a la proliferación de esta modalidad en la frontera colombo-venezolana, Natacha Duque, directora de la organización Operación Libertad, refirió a la periodista Rosalinda Hernández que “lo más triste es que hay niñas migrantes de 10, 12 y 14 años en ese mundo”. En este sentido, subraya Duque que para algunas de estas jovencitas el hecho de grabar contenido pornográfico no implica prostituirse, argumentando que nadie las toca. “No son modelos, están vendiendo el cuerpo”, aclara Duque. Una fuente de Migración Colombia, adscrita al Grupo de la Policía Judicial informó a medios locales, a finales de 2021, que durante ese año se efectuaron 19 capturas en modalidad de explotación sexual, en diferentes ciudades del país neogranadino, la mayoría ejecutadas en La Guajira y Norte de Santander. “Este flujo migratorio desde Venezuela seguirá en aumento. Las condiciones económicas bajas con las que llegan estas familias las hacen vulnerables de caer en redes de trata de personas y explotación sexual, siendo los menores las principales víctimas”, dijo la fuente.