El frío aumenta la inquietud en las afueras de la Plataforma de Desarrollo Social de Quitumbe, ubicada al sur de Quito. Frente a la entrada aproximadamente treinta personas, en su mayoría venezolanos, permanecen en una de las filas para entrar al edificio y pedir información sobre trámites de visado. En medio de quejas y dudas, varios comienzan a hablar entre sí sobre la Visa de Excepción por Razones Humanitarias (Verhu), documento con el que pueden regularizar sus estatus migratorios hasta el 13 de agosto de este año. “Si no tiene cita no puede entrar”, responde tajante uno de los guardias de seguridad a quienes le preguntan sobre dicho trámite. Al mismo tiempo, varios venezolanos alegan que, pese a los numerosos intentos telefónicos, las líneas permanecen ocupadas. Tampoco les llega respuesta alguna por correo electrónico. Las interrogantes no cesan y, mientras se aproxima la fecha límite de esta solicitud, su estadía legal se mantiene en vilo.