Una instantánea del Puente Simón Bolívar, en la frontera entre Venezuela y Colombia, resume fielmente la desproporción de la crisis que atraviesa la otrora potencia petrolera. Por ese lugar transitan a diario unas 35 mil personas, la mayoría, en busca alimentos, y otros en busca de atención médica. A menudo con enfermedades avanzadas y en estado de desnutrición. según cifras oficiales. De hecho, en La Parada, una suerte de mercado popular fronterizo, es posible comprar medicamentos ilegalmente sin prescripción médica. Pero lo cierto es que algunas enfermedades requieren mucho más que unas pastillas de contrabando.